Nuestro último trayecto nos invita a pensar qué podemos hacer desde casa para cuidar el ambiente que nos rodea. ¿El primer desafío? Aprovechar las fuentes de energía más limpias que nos brinda la naturaleza, como el Sol y el viento.
Para aprender a medir la velocidad del viento en casa, vamos a construir un medidor de viento. Así vamos a poder ver con nuestros propios ojos cómo se aprovecha la energía eólica en hogares e industrias.
Después, vamos a conocer como los navegantes fenicios, en la antigüedad, aprovecharon la energía del viento para convertirse en los señores del Mar Mediterráneo. El desafío que ellos superaron, dejó valiosos saberes que nos ayudan hasta hoy.
Para terminar, van a poder ser expertos en acción, encontrando algunas de las palabras clave que aprendimos hoy en una sopa de letras. La ciencia y el cuidado del ambiente, ¡están en sus manos!